Ajustando los horarios de apertura de tu empresa y la frecuencia de reservas, evitas que el sistema genere más franjas horarias de las necesarias.
Por ejemplo, imagina que quieres ofrecer un máximo de 10 franjas horarias para servicios de 1 hora entre las 8 de la mañana y las 6 de la tarde. Simplemente ajusta la frecuencia de reserva a 1 hora, y los clientes sólo encontrarán 10 fechas disponibles, optimizando tu proceso de programación.
Este nivel de flexibilidad se adapta a distintos escenarios de negocio. Los negocios con horarios de apertura más cortos pueden ajustar la frecuencia para reservas de menor duración. Por el contrario, los que tienen horarios de apertura más amplios pueden optar por un periodo más largo.